jueves, 23 de julio de 2009

Un autobús con alas

Ya es oficial. Nos hemos vuelto todos locos.

Llevo toda la vida escuchando a la azafata que, por seguridad, me siente, que me abroche el cinturón, que ponga el respaldo recto, que pliegue la mesita... y era todo una broma. Resulta que ahora, mientras uno vaya medianamente sujeto a algo, puede ir de pie. ¡¡¡¡Se puede viajar como en un autobús!!!! Sencillamente genial.

Y es que resulta que la low cost Ryanair, quiere ser más low cost todavía y ha preguntado a 120.000 de sus adeptos qué les parecería volar de pie. Pues bien, por lo visto, el 66% ha dicho que si es gratis y el vuelo es de menos de una hora, vuelan. Otros están dispuesto incluso a pagar la mitad del billete de los que van de pie... que en Ryanair pueden ser 50 céntimos.

Como el que coge el metro. Pero, si en el metro, en el tren, incluso en el autobús, se puede viajar de pie, sin cinturón ni nada... y ahora en el avión, si el trayecto es corto, un poco más de lo mismo... no sé, porque una vez a bordo, a ver quién aguanta el trayecto entero atado y quieto. Al próximo guardia que me encuentre y me venga llorando que me multa por no llevar el cinturón, le voy a explicar que el trayecto es de menos de una hora, que no me cuente su vida y que se vaya a plantar multas a la autopista. Y que al perro lo llevo suelto, porque viaja gratis.

Esto es el "súmmum". Quizá en un futuro cercano, también podamos volar atados en un ala, lo que no sé es si eso sería gratis siempre que no se pise la parte en la que pone "no caminar por aquí" o si será más caro por aquello de las vistas. Además, se puede vender también como deporte de riesgo o como método antiarrugas, porque el viento vendrá suave... supongo. Por ideas que no quede.

Y ¿cuál es el truco para que un avión lleve a sus pasajeros como los camiones de ovejas?, aunque eso sí... gratis. Pues suma y sigue, las tasas, los seguros, la maleta que facturas, el taxi que te lleva hasta el aeropuerto o te saca de él, a horas intempestivas... gratis, gratis no va a ser nunca. Por muy bonito que lo pinten.

Lo que tenemos que tener claro es si eso va a ser seguro o si va a ser cómodo y, sobre todo, la compañía debería valorar si es ético. Quizá sólo ha sido un golpecito de impacto para darse más publicidad gratuita en los meses de la temporada alta, pero si se lo han planteado en serio, deberíamos revisar hacia dónde vamos con tanta normativa por un lado y con tanto ajuste de precio por otro. Porque al final el precio va a ser caro y lo vamos a lamentar... tarde.

Un autobús con alas

Ya es oficial. Nos hemos vuelto todos locos.

Llevo toda la vida escuchando a la azafata que, por seguridad, me siente, que me abroche el cinturón, que ponga el respaldo recto, que pliegue la mesita... y era todo una broma. Resulta que ahora, mientras uno vaya medianamente sujeto a algo, puede ir de pie. ¡¡¡¡Se puede viajar como en un autobús!!!! Sencillamente genial.

Y es que resulta que la low cost Ryanair, quiere ser más low cost todavía y ha preguntado a 120.000 de sus adeptos qué les parecería volar de pie. Pues bien, por lo visto, el 66% ha dicho que si es gratis y el vuelo es de menos de una hora, vuelan. Otros están dispuesto incluso a pagar la mitad del billete de los que van de pie... que en Ryanair pueden ser 50 céntimos.

Como el que coge el metro. Pero, si en el metro, en el tren, incluso en el autobús, se puede viajar de pie, sin cinturón ni nada... y ahora en el avión, si el trayecto es corto, un poco más de lo mismo... no sé, porque una vez a bordo, a ver quién aguanta el trayecto entero atado y quieto. Al próximo guardia que me encuentre y me venga llorando que me multa por no llevar el cinturón, le voy a explicar que el trayecto es de menos de una hora, que no me cuente su vida y que se vaya a plantar multas a la autopista.

Esto es el "súmmum". Quizá en un futuro cercano, también podamos volar atados en un ala, lo que no sé es si eso sería gratis siempre que no se pise la parte en la que pone "no caminar por aquí" o si será más caro por aquello de las vistas. Además, se puede vender también como deporte de riesgo o como método antiarrugas, porque el viento vendrá suave... supongo. Por ideas que no quede.

Y ¿cuál es el truco para que un avión lleve a sus pasajeros como los camiones de ovejas?, aunque eso sí... gratis. Pues suma y sigue, las tasas, los seguros, la maleta que facturas, el taxi que te lleva hasta el aeropuerto o te saca de él, a horas intempestivas... gratis, gratis no va a ser nunca. Por muy bonito que lo pinten.

Lo que tenemos que tener claro es si eso va a ser seguro o si va a ser cómodo y, sobre todo, la compañía debería valorar si es ético. Quizá sólo ha sido un golpecito de impacto para darse más publicidad gratuita en los meses de la temporada alta, pero si se lo han planteado en serio, deberíamos revisar hacia dónde vamos con tanta normativa por un lado y con tanto ajuste de precio por otro. Porque al final el precio va a ser caro y lo vamos a lamentar... tarde.

jueves, 16 de julio de 2009

Accidentes aéreos y tiempos de crisis

Desgraciadamente, desde hace unos meses, parece que resuenan más noticias sobre accidentes aéreos. Lo cierto es que desde 2003 ha habido unos 23 importantes. Y, cuando digo importantes, me refiero a que han dejado un saldo de muertos y heridos elevado. Cuando un avión aterriza en el río Hudson y todo se termina con un aplauso al piloto por lo bien que lo ha hecho... no lo vamos a contar como accidente, sino como percance.

En 2007 sólo hubo uno: el 5 de mayo un avión de la compañía Kenya Airways se estrelló y murieron los 114 pasajeros. En 2008, hubo dos: el famoso de Spanair, con 154 víctimas, y otro cuatro días después, en Kirguistán, con 68. En 2009 llevamos 3: el de Air France, que ya en otra vida nos enteraremos de qué pasó de verdad; el de Yemen, con 153 personas a bordo, el 30 de junio; y el 15 de julio, un avión iraní de Caspian Airlines que iba a Armenia.

Cierto es que de las compañías más importantes sólo figuran dos en 7 años. No está mal, porque el resto de aviones, desde 2003, es decir, los otros 17, pertenecían a compañías menos conocidas, con pocas excepciones. Todo esto me sugiere una duda, acerca de los motivos de esta situación.

¿Es una consecuencia directa de la crisis y los recortes presupuestarios? ¿Se debe a factores humanos provocados por el estrés de la situación? ¿Es pura casualidad? ¿Mala suerte? ¿Sabotaje? ¿Alguien tiene alguna idea que quiera compartir con nosotros?

Si queréis ver una lista de esos accidentes, pormenorizada y documentada, podéis encontrarla aquí: http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/world/7996482.html.

miércoles, 8 de julio de 2009

Las ofertas de verano

Es el momento de elegir destino y salir corriendo para disfrutar de unos días lejos del mundanal ruido, descansar y, si se tercia, conocer mundos, culturas y comidas diferentes. Así que salimos a la calle y oteamos el panorama turístico y sus ofertas.

Egipto desde 300 euros por persona
El mundo cambio su Historia desde que se inventaron las excusas. Los niños suelen decir eso de “es que se me ha escapado”, los padres “bueno, es que yo creía”, los conductores que aparcan mal “si ha sido un momento”, la gente que se cuela “si sólo es una pregunta” y las agencias de viajes dicen “desde”.

Con el “desde” ya está todo arreglado. Son 300 euros, más el suplemento de gasolina, la comida, las excursiones, las propinas, el visado, el otro suplemento que se me había olvidado y no sé qué más... Total, lo mismo que los demás, euro arriba, euro abajo. Y lo malo es que tú lo contratas sin leerte demasiado bien todas las condiciones, pensando que algo hay de suplementos, pero que siempre será más barato... Y, al final, se queda en 800 euros, como todo el mundo. Porque es lo que vale el viaje y no le des más vueltas. Una oferta 100 euros más barata es una buena oferta, 200 euros es una señora oferta, pero menos... es para sospechar.

Una vez en la vida
Luego buscas por Internet y te encuentras esas súper ofertas que sólo ocurren una vez en la vida. Vuelos a 10 euros… ¡Quiero uno! Y vas para allá. Bueno, los vuelos a 10 euros son cuatro, salen desde un aeropuerto secundario a 150 kilómetros de la capital, a horas muy curiosas, hay que reservarlo en primavera para el próximo otoño, tiene que caer un fin de semana en medio y las tasas y el combustible van a parte. ¿Total? Ya lo compraré en otoño al precio que sea... y me aseguro.

He leído cientos de consejos obvios para esto de conseguir súper ofertas, pero, sin duda, el mejor es el de seleccionar toda la oferta, pegarla en Word con un tipo de letra Arial en 14 puntos. Y volver a leerla entera. Así no hay sorpresas.

Personalmente también me ha pasado eso de encontrar un viaje casi por la mitad de su valor, para un grupo y al final conseguirlo de verdad. Es decir, que te lo venden por el precio que pone en grande y que no parece que vaya a haber sorpresas. Y te embarcas en la aventura para encontrarte en el destino con que la luna de miel es “cada uno en una cama y me partieron el grupo en tres hoteles distintos”. Ese es el precio de algunas mayoristas que venden sobre todo a estudiantes.

Una vez allí te callas y te aguantas y que sea lo que Dios quiera... Pero no. Este tipo de timos son un “delito” como cualquier otro y si reclamamos cuando el avión llega tarde, cuando nos pierden las maletas, cuando en el restaurante no nos tratan bien o incluso devolvemos la ropa que hemos comprado y resulta que no es de nuestra talla... pues esto igual. Si os ofrecen las cosas a un buen precio y después cualquier parecido con la oferta es pura coincidencia os aconsejo reclamar en firme. Nunca saldréis perdiendo.