lunes, 24 de agosto de 2009

La exagerada gripe A

La gripe aviar o gripe A, está tan de moda que ya empieza a caer mal. Desde que saltó a la fama, en todos los noticieros del mundo se le dedican unos minutos, como su fuera un futbolista o un terremoto de última hora. Todo el mundo se preocupa y toma medidas que, a la larga, serán contraproducentes, y la alarma social no hace sino perjudicar a la sociedad de forma irreversible.

De momento el turismo es el mayor afectado, pero se comenta que también lo serán pronto la educación de los niños y los eventos culturales y deportivos a los que acuda mucha gente. Así que nos van a meter a los niños en casa y a cambio nos cierran el cine y los estadios de fútbol... como medida no está mal. Supongo que lo siguiente será regalar el Prozac con el periódico.

El caso es que la gripe común, causa cada año, entre 250.000 y 500.000 muertes si no es que más, pero eso es normal. Eso no es motivo para preocuparse. De momento vamos a preocuparnos por los 1.462 muertos por la gripe de moda. Pero estemos tranquilos, porque por ahí he leído que en Europa sorprende la casi ausencia de defunciones… ya sabéis, eso puede deberse, por ejemplo a la higiene, a la abundancia de agua potable y no contaminada, al acceso a medicamentos... no sé, son medidas que se me ocurren, pero que no deben ser importantes, porque si no, en el resto de los países, se estaría haciendo algo y tampoco habría defunciones allí, así que no deben tener tanta importancia estos aspectos.

Casos y cosas
Está claro que se trata de un virus exótico, pero no por lo raro, sino por lo que le gusta viajar. Es un virus curioso y por eso en España tenemos tantos casos. Por un lado el turismo es importante y por otro... el factor inmigración es un detonante inmenso. Pero en España mueren alrededor de 3.000 personas al año, por gripe común, 74 por el virus en sí y el resto como consecuencia del agravamiento de otras enfermedades. Mientras que por causa del virus de la gripe A han muerto 15 personas... entre las que se cuentan un niño de 11 años con una enfermedad crónica y un hombre de 71 con una enfermedad broncopulmonar, otro hombre de 30 años que pertenecía a un grupo de riesgo, como los dos anteriores. Niños y ancianos. Y también una mujer embarazada de Castellón, otro grupo de riesgo. De los 11 restantes, tenemos 2 marroquíes y una nigeriana, un hombre con una patología renal muy grave y dos mujeres, una de ellas murió tras una cesárea y al poco su bebé por lo que dicen que fue un error humano. A los 8 que quedan, hay que restarles también, un canario de 41 años con una patología crónica, un valenciano de 53, con otra patología grave crónica, un alicantino de 34, con la misma historia y una catalana de 35 con varias patologías graves previas. Es decir, sólo han muerto 4 personas españolas sanas, que quizá fuesen turistas que habían viajado fuera de España y que además no tomaron ningún tipo de medida para no contagiarse.

Sí, yo también estoy de acuerdo en que las medidas que nos han ofrecido son ridículas, pero si es verdad, como dicen, que tenemos casi 20.000 casos de infectados por el virus de la gripe A en España, entonces, 15 muertes es una cifra muy baja y teniendo en cuenta lo anterior, la mayoría de las víctimas hubieran muerto igual si la gripe no hubiera irrumpido en sus vidas. Así que sí, es bueno tomar medidas, es bueno estar atento, pero lo más importante es no ponerse nervioso ni creer que esto es una pandemia que acabará con raza humana, ni encerrarnos en casa ni, por supuesto, dejar de viajar en ningún caso.

Vacunarse, es algo que dejamos a la elección personal y a la fe de cada uno en la necesidad y eficacia de ese tipo de prevención, lo que sí es importante es que todo el mundo tome medidas que empiecen por la higiene y la alimentación, esto es muy fácil: vitaminas, fruta, ya sabéis… porque entre la gente sana, no hay ninguna estadística que recoja los casos de las personas que se han infectado y se han curado... y no se han dado ni cuenta.

lunes, 10 de agosto de 2009

El centauro de La Strada

Además de haberse ganado su fama a pulso, por su hermosa arquitectura y por la calidad de sus obras, la Scala de Milán, comparte importancia con un festival multicultural y original hasta el extremo, que se celebra en Graz durante la primera semana de agosto. Sólo que este festival se llama La Strada.

Aprovechando el fabuloso clima veraniego que se disfruta en el país, el sur, los estirianos, celebran un festival callejero e interactivo, capaz de sorprender al más escéptico. Rompen absolutamente todos los esquemas artísticos y teatrales, convirtiendo la propia calle, en único escenario y haciendo del público uno más de los actores. Pero no como en esos teatros en los que los pobres incautos de primera fila, acaban pagando el pato y subiendo a un escenario físico a hacer el ridículo más espantoso de su vida. No. Uno no va a un festival a sufrir. Son los actores los que se mezclan con el público, cantan, bailan, se mueven de una plaza a otra y es preciso seguirlos… no sabría describir ese cúmulo de sensaciones tan novedosas.

La música es un gran protagonista en este festival, pero también la luz, los colores, todo tipo de sonidos, el lenguaje simbólico... porque no es necesario conocer un idioma para comprender el desarrollo de la obra, ya que hay actores de todos los países. Todo se diluye en un mar de significados, de sensaciones y de diversión.

Este año el festival ha comenzado con una obra fabulosa: El teatro del centauro, una mujer sobre un caballo negro con una maleta naranja.. el símbolo del festival 2009, era el centauro. El mensaje: 1+1=1, apasionante. Otras obras presentadas, por ejemplo, un vagón de tren, de esos de antes de la guerra (del Peloponeso, por lo menos), con un grupo de músicos, que tocaban instrumentos tan pintorescos como unas bujías o los silbatos de la locomotora. Al tiempo que el vagón se desplazaba a través de la ciudad, acompañado por un centenar de personas y un montón de niños, convertidos en protagonistas porteadores de parte del escenario móvil. Otra obra, dos hombres arrastrando una bicicleta de tres ruedas (dos delante y una detrás, como un rick show) y generando un ruido inmenso con cientos de aparatitos, silbatos, carracas y cualquier cosa que suene, seguidos por un grupo cada vez más nutrido de personas, que se van apuntando espontáneamente, a eso de hacer ruido durante un rato.

Inimaginable pero absolutamente extraordinario. Por un lado las obras presentadas, por otro la respuesta del público y finalmente, lo más inaudito, el ambiente que se crea cada día y cada noche, durante una semana entera a ambos lados de las orillas del Mur.