miércoles, 18 de abril de 2012

Brusselicious!! A comer

Desde el 1 de enero y hasta el 31 de diciembre de este año, se celebra en Bruselas el año de la gastronomía. 2012, para los flamencos no será el año del fin del mundo, a no ser que eso significase quedarse sin comer. Porque han pensado en celebrarlo de más de mil maneras y mientras quede comida que preparar, el mundo no puede detenerse. En Flandes el tema gastronómico se lo toman muy en serio y como muestra un dato: tienen 17.334 restaurantes, es decir tocan a un restaurante cada 353 habitantes. Y más de 600 tipos de cerveza también es un tema importante. De hecho tienen 112 cerveceras y la mayoría de ellas se pueden visitar. Eso es algo que uno no hace todos los días y ya que vamos a cuidarnos comiendo... que no nos quedemos con sed. Así que nuestros amigos de Bruselas, han preparado una serie de menues especiales para la ocasión. Con especial atención a los desayunos... porque al fin y al cabo, cuando uno va de viaje y quiere conocerlo todo, no se detiene a comer con tranquilidad, sino que más bien comprar cualquier cosa para "ir tirando", pero el desayuno... eso ya es otra cosa. El ritual maravilloso de comenzar el día con un delicioso café con algunos bollos. O mejor aún, gofres. Con chocolate. Galletas de mantequilla. Chocolate. Mmmmm. Sí, definitivamente hay que desayunar y aprovechar esta iniciativa. Para ello se han creado menues especiales para desayunar y empezar el día con una amplia sonrisa en la cara. Las estrellas de la fiesta son las recetas tradicionales. Las carretas de caracoles, el chocolate crujiente, las legumbres y por supuesto, la cerveza. De la que incluso se hacen catas de degustación. Sin olvidar las patatas fritas que son omnipresentes y, cómo no, las coles de Bruselas, que podríamos decir que son verduras de culto, hay quien las ama y hay quien quiere emigrar a otro país con el sólo atisbo de su olor en la habitación. No es mi caso.
Todo productos frescos, gran calidad. Acompañado de buenas cervezas artesanales y con un poquito de queso para picar. No en vano, Bruselas tiene una de las mayores concentraciones de estrellas de la Guía Michelin del mundo, así que, vayamos a comer en una buena mesa flamenca.

miércoles, 11 de abril de 2012

El qué y el por qué de los Huevos de Pascua

La Semana Santa centroeuropea nos ha dejado muy buen sabor de boca. Una costumbre divertida, como pocas. Resulta que toda esta tradición de la que hemos hablado en nuestro otros blogs, de un conejito que aparece mágicamente y esconde huevos por las casas, jardines, parques y plazas de la ciudad para que los niños los busquen y se diviertan, en lugares como Viena o Praga tiene un tinte especial. A principios de marzo, ya podíamos ver algunos árboles y casas decorados con huevos de plástico, de cerámica, de barro...coloreados y pintados de tal manera que casi daban ganas de cogerlos a escondidas y guardarlos como un tesoro. Preciosos. Luego vino el turno de los mercados de Pascua. En los que había cientos de puestos con todo tipo de huevos decorados, adornos para la casa, juguetes, artesanías varias y deliciosos productos típicos para disfrutar de la temporada. Todo eso y además talleres para que los niños jueguen y aprendan el significado de esta celebración. Nos lo hemos pasado mejor que ellos... Así que nos unimos al carro de "soplar huevos" y decorarlos. Primero, hay que hacer un par de agujeros en la cáscara. Uno por arriba y otro más grande por abajo. Y soplar. El huevo sale, lo lavas bien y lo pintas de colores. Y luego, si quieres, lo puedes rellenar de chocolate, como los hacía mi abuela en Estados Unidos. Que ella sí que era una artista, de esas que todo lo que hacen, les sale bien. La gracia es que, la mañana de Pascua, aparece la famosa coneja y siembra lo verde de huevos de Pascua. Los niños salen a buscarlos con una cestita y se ponen tibios de coger huevos. Y el caso es que recogen huevos de chocolate, rellenos y sin rellenar, huevos pintados que han rellenado sus madres, conejitos y chorradas varias, también de chocolate... en incluso, para rematar, algún que otro juguetito, para que el día sea perfecto. Pero además, hay huevos duros, normales, huevos de los de siempre, pero cocidos hasta que se ponen duros. También decorados y pintados. Y la gracia es que los niños, cuando los encuentran, tienen que golpear uno contra otro, para ver quién lo "casca" antes. Los niños encantados, por supuesto... y es que dicen que al golpearlos se pueden formular deseos y que el que quede entero más tiempo es el depositario de la buena suerte. ¿Quién sabe? todo es probar. Pero lo que es indiscutible es que es una oportunidad para divertirse muchísimo y para hacer que los peques de la casa se lo pasen bomba. Bueno, los peques... y los no tan peques.