Estamos a un pasito de que sus majestades los Reyes Magos de
Oriente lleguen a casa cargados de regalos y nos inunden los zapatos con todo
eso que hemos escrito en nuestra cartita de niños buenos. Claro que si no es
nuestro caso, porque no hemos sido tan buenos como se esperaba de nosotros y lo
que vamos a recibir, en el mejor de los casos, es un precioso saquito de carbón
para nuestras barbacoas veraniegas… entonces tengo la solución. Porque aquí os
voy a dejar una divertida y súper útil lista con 10 cosas gratuitas que podéis regalar o regalaros.
Empecemos por esos fantásticos paseos turísticos que se ofrecen en muchas ciudades, en los que
voluntarios con un amplio conocimiento del tema, nos llevan de la mano a lo
largo de una parte de la ciudad, al tiempo que nos dan una clase magistral
sobre la materia.
Otra idea es un masaje.
Un masaje personal. De esos que uno se prepara, mirando un libro, leyendo un
poquito por internet algunos consejillos, lo que se debe hacer, lo que no, lo
que más gusta… no se trata de un masaje terapúetico ni descontracturante ni
medicinal… nada de eso, no estamos diplomados y podemos liarla parda, pero para
un masaje relajante, de esos que son puro placer y mimo… ese sí. Ese es un
regalazo.
Una deliciosa comida o incluso una cenita romántica.
Pero en toda regla. Desde salir a comprar los ingredientes, hasta pasarnos la
tarde metidos entre fogones para preparar el más delicioso y exquisito de los
bocados.
Una visita a un museo.
En casi todos los museos hay un día que es gratuito y que nos da la oportunidad
de visitarlo y disfrutarlo sin tener que pagar ni un euro. En España, por
ejemplo, para los ciudadanos de la UE es el miércoles.
Una noche astronómica.
Sí, una clase magistral sobre las estrellas. Para ello nos tocará documentarnos
un poquito, leer, buscar, informarnos y conocer alguna que otra divertida historia
sobre el qué y el porqué. Después, buscar un lugar un poco alejado de la
ciudad, donde la contaminación lumínica no sea tan grande y… a disfrutar.
Un concierto. Uno
de esos cientos de conciertos gratuitos que se ofrecen en las iglesias y en los
conservatorios, en las escuelas de música, en los ayuntamientos… quizá no sean
músicos ni cantantes de primer orden, pero el nivel es aceptable y la buena
música siempre se agradece.
Un adorno que
hagamos nosotros mismos. Bien sea una pulsera, un collar, unos pendientes o un
pisapapeles, un cenicero, una taza decorada… cualquier cosa que hagamos y
decoremos con nuestras propias manos es siempre un detalle precioso.
Un poema. Quizá
no sea nuestro punto fuerte, pero si le echamos un poco de voluntad, siempre
saldrá algún versito curioso y esas cosas llegan al alma. Pero si no lo ves, la
otra opción es escribir un cuento
personalizado. Eso hace mucha ilusión. Y si además, tiene moraleja o
podemos encontrar referencias personales entre los personajes de la historia…
entonces mejor que mejor. Y, por último,
un paseo romántico por un parque que
sea especial por alguna razón o una excursión
a la montaña, al lago, a la playa, con picnic incluido es algo que a todo el
mundo le gusta. ¿Qué os parece? ¿son suficientes ideas o necesitáis alguna más?
Feliz día de Reyes para todos.