lunes, 14 de diciembre de 2009

Vacaciones de vacaciones

Viajar en barco, siempre es viajar al fin y al cabo, pero no vamos a hablar de una romántica vida marinera, de puerto en puerto y arriando la mesana cada vez que el viento lo decida. Viajar, lo que se dice viajar, se puede hacer de muchas maneras, pero cuando uno se lanza, definitivamente, a abandonar el mundanal ruido, relajarse, disfrutar, dejarse llevar y no tener que tomar más decisiones que la de sentarse o levantarse... entonces hay que viajar en un barco. No en un barco cualquiera, en uno grande, en un crucero.

Se trata de conocer otros mundos, otras culturas, otras historias, pero sin preocuparse del transporte, el alojamiento, la comida, trazar un itinerario... sin preocuparse de nada.

Yo que soy fundamentalmente cómoda, pero que a la vez tengo el espíritu de los niños, disfruto los cruceros más que nadie. No hay peligro, no hay riesgo salvo en el casino, no hay agobios de tiempo ni pasa nada si coges el pasillo equivocado o si te separas del grupo, aquí nadie se va a perder... y sin embargo, desde que te despiertas todo es como un sueño, música, colores, olores nuevos, sensaciones que te hacen querer correr de un lado a otro y participar de esa vida que parece sacada de un parque de atracciones... que flota.

Uno se levanta de la cama y se va a desayunar, después, a veces, el barco atraca en un puerto y podemos bajar para hacer una excursión y visitar ese lugar, otros días, no... sólo el mar, sólo navegar. Esos días, después de desayunar, empieza la vida en una pequeña ciudad construida para que uno haga todo eso que siempre deja para después, a la vez que disfruta del tiempo libre y del ocio, se divierte e incluso, muchas veces, se cuida, se pone en forma y se ocupa de su salud... que todos sabemos que durante el año, lo más que nos ocupamos de nosotros mismos es cuando pedimos de postre un zumo de naranja natural, por aquello de las vitaminas o los cinco primeros días del año, cuando compramos verdura y nos ponemos a régimen… en el barco, como nos lo dan todo hecho, no hay excusa. Lo único que hay es tiempo, tiempo para todo lo que queramos.

Los cruceros son auténticas ciudades flotantes. Obviando lo común: las piscinas, los gimnasios, los salones de belleza, las tiendas (aunque los precios no invitan a comprar), los bares, los restaurantes, los servicios de lavandería y todo lo necesario para que una casa funcione… los cruceros grandes te ponen una bandeja con cine en 4D, pista de patinaje, sobre ruedas claro, simuladores del golf de esos que recuerdan a Strar Trek y que te ponen en pleno campo sin moverte del barco, simuladores de Fórmula 1, centros de spa y bienestar, a lo grande, zonas Play Station 3. Bibliotecas, salas de exposiciones, observatorios astronómicos y, por supuesto, casino. Son enormes, son para volverse loco y no saber qué hacer, porque lo quieres hacer todo y también quieres ir de excursión, pero no hay tiempo para todo... siempre queda algo pendiente para la próxima vez, porque habrá próxima vez, esto de los cruceros engancha que no veas...

Costa Cruceros llama a sus barcos con nombres de sugerentes: Costa Serena, Costa Deliziosa, Costa Romántica... que ya te lo dicen todo. Royal Caribbean, los bautiza en inglés: Majesty of the Seas, Jewel of the Seas, Serenade of the Seas... todos vienen del mar, como las sirenas. Hay barcos para disfrutar de la vida, del lujo, del mar y descubrir la paz de interior de uno mismo, para disfrutar de la vida en pareja, para poder tener vacaciones en familia sin tener que preocuparse de los niños todo el tiempo, pero también hay barcos que están ahí para vivir aventuras diferentes, como los de Hurtigruten, que según algunos es el crucero más bello del mundo, claro que te lleva de la manita hasta las heladas tierras del norte de Europa y eso, uno no puede hacerlo solo.

Las opciones son mil, las oportunidades todas, porque los barcos salen cada día del año, cada temporada hacia una ruta diferente... sólo es cuestión de elegir el barco que quieres y dejarte llevar.

lunes, 5 de octubre de 2009

Ryanair se supera un poco más

Hace años, volar en avión era un lujo al alcance de unos pocos, pero la revolución de las low cost ha puesto este medio de transporte a la orden del día. La bajada de los precios ha permitido que podamos volar en cualquier momento, en lugar de viajar por tierra con transportes más lentos. Pero no todo han sido ventajas. La popularización de los billetes de avión ha reportado unos beneficios económicos demasiado pequeños para los dueños de las compañías y estos, ni cortos ni perezosos, se han buscado las vueltas para contrarrestar las pérdidas y llenarse los bolsillos.

La forma es lo de menos y tampoco importa si es legal o no. El caso es ganar dinero. Hace unos días, El Economista, publicaba una noticia sobre las barbaridades de Ryanair con sus empleados. Y nosotros pensando que los clientes éramos los únicos estafados por la compañía irlandesa. Al parecer los sindicatos les van a poner las pilas, ya que los clientes no sabemos cómo, porque en Ryanair no da la cara ni el gato.

Y es que la low cost se está forrando por todos los flancos. Al parecer, reciben subvenciones locales de cada país, arguyendo que promueven el turismo (que se lo pregunten a los franceses, que los tienen contentos). Por ahí se comenta que después vuelven a cobrar a otros colectivos prometiéndoles clientes... léase, los taxistas que están en esos aeródromos a los que, salvo poquísimas excepciones, vuela Ryanair y de los que no hay forma de salir, especialmente cuando el vuelo es de madrugada, otra cosa que tampoco es lógica, hasta que piensas si no estarán cobrando también a los hoteles, bien sea a los que quedan "cerca" y en los que indefectiblemente acaba el pasaje, o bien sea en los que te aparcan ellos cuando el vuelo se retrasa indefinidamente y que por cierto, tienes que pagar tú mismo a pesar de la legislación al respecto. Porque aunque no lo creáis, hay países en los que no se puede echar la culpa a Iberia del retraso... a veces la culpa también es de otras compañías.

Pero con esta financiación extra no es suficiente, yo creo que la mayor fuente es la compra de billetes. Sí, la compra de billetes por medio de su página web. El que no la conozca que le eche un vistazo… es como una gincana. Los precios del principio no tienen por qué coincidir con los del final, ni tienen por qué parecerse... que si quieres subirte el "primer" o el "según" en el avión, tienes que pagar 6€ más, que si quieres que te manden un mensaje al móvil para confirmar que has conseguido comprar el billete... como si no te fuesen a dar recibo... pues a pagar más, que si quieres seguro, que si quieres llevar maleta... es para nota. Y es que dentro de las ilegalidades, lo de la maleta se lleva la palma y si no, consultad los derechos del pasajero (el artículo 97 de la Ley 48/1960, de 21 de julio, sobre Navegación Aérea ) según los cuales, el transporte de la maleta va incluido en el precio del billetes, lo único que pueden hacer es fijar las dimensiones del bulto a facturar y su peso máximo... pero es igual, para qué vamos a discutir. Total, como es una ley de 1960 y según dicen ellos "como lo hace todo el mundo" pues ala, ya está. Eso voy a decirle yo al próximo guardia que me multe por correr... "como en la F1 corren todos..."

Y si consigues comprar el billete, haz el favor de acordarte, de hacer la facturación on-line entre los 15 días y las 4 horas antes de que salga el avión... y luego imprime la hoja o mejor, imprímelas todas para no errar, que luego en el aeropuerto, si no tienes la que ellos quieren en ese momento, te cobran algo así como 40€ más, por imprimírtela ellos. Eso es por te creías que el billete te había salido barato o para que no te quejes del precio de las fotocopias en color... no sé. Si te traes el billete impreso de casa, tienes alfombra roja para lo que quieras, te puedes colar por el aeropuerto sin enseñar el DNI y nadie te va a preguntar nada. De hecho, te puedes subir al avión con el baúl de la Piqué y nadie te va a decir nada. Pero como no lleves el dichoso papel que abre las puertas del reino... vas a flipar. Porque te revisan, te pesan, te miden y te tienes que identificar 40 veces, además de pagar.

Una vez dentro del avión, abandona toda peregrina idea de dormir, si es que ibas a hacerlo, porque la opción de financiación C, está a punto de empezar... ¡que viva el circo! Pipas, chicles, caramelos, pelotas de golf... cigarrillos sin humo... que ya me contarás tú qué puede ser eso... papeletas para la rifa de un súper coche como los de los SMS de móviles... y por fin: trompetas y aplausos... igual, igual que en el circo de hace años. Payasos incluidos y viajeros estupefactos también.

Pero ahí no acaba la cosa, qué va... la fórmula de financiación D es la mejor. Es la de la respuesta única, es decir: "mire, que me he equivocado reservando mi billete, que he comprado uno para donde no era, porque es realmente complicado acertar, que mi vuelo se retrasa, que me han perdido la maleta, que tengo una queja, que qué cuernos es eso de la facturación on-line y de los 40€ famosos..." la respuesta única es un elocuente silencio, que viene a querer decir "a mí qué me cuentas, que a mí me importa un bledo". Así, ahorrando personal... pues nada, te toca comprar otro billete, otra maleta o cambiarte de compañía... lo cual también reporta ingresos no creáis que no.

Si te pones muy pesado, muy pesado, al final un alma caritativa de otra compañía, te da un papelito (que les han dado a ellos para repartir a los quejicas) del tamaño de un bono-metro en el que viene un fax y una dirección postal de Dublin, a los que puedes enviar tu queja previamente escrita en inglés y ya si quieres, pones en el asunti "para archivar" porque no creo que nadie vaya a leerla. La otra opción es el 902 irlandés, para hablar con la máquina de turno y gastarte más que un billete en primera clase, para líneas transoceánicas. Un despropósito. Ilegal de todo punto, por supuesto, pero de momento consentido y tolerado, por la ley de la vagancia. Claro, que si eres un poquito espabilado, te mueves y buscas por la red algún correo al que remitir tu lista de quejas, que a esas alturas es más grande que la hacías a los Reyes Magos, alguno encontrarás. Pues para evitar pérdidas de tiempo os anuncio que esos mails son como las leyendas urbanas, todos tenemos alguno y todos son inútiles.

Y luego, te dan la opción de comprar un seguro, que es casi obligatorio porque la opción de rechazar el seguro está escondidita, como los radares de las carreteras. Un seguro que no sé para qué valdrá ni cómo se puede cobrar en caso de que algo salga mal, porque como no te va a contestar nadie en ningún sitio y nadie te va a hacer ni caso nunca... pues nada. A pagar como los tontos. A estas alturas si alguien conoce a alguien que conozca a alguien que sepa si en la compañía trabajan personas o es todo un holograma, que comparta vías para posibles soluciones con esta miríada de clientes descontentos.

lunes, 24 de agosto de 2009

La exagerada gripe A

La gripe aviar o gripe A, está tan de moda que ya empieza a caer mal. Desde que saltó a la fama, en todos los noticieros del mundo se le dedican unos minutos, como su fuera un futbolista o un terremoto de última hora. Todo el mundo se preocupa y toma medidas que, a la larga, serán contraproducentes, y la alarma social no hace sino perjudicar a la sociedad de forma irreversible.

De momento el turismo es el mayor afectado, pero se comenta que también lo serán pronto la educación de los niños y los eventos culturales y deportivos a los que acuda mucha gente. Así que nos van a meter a los niños en casa y a cambio nos cierran el cine y los estadios de fútbol... como medida no está mal. Supongo que lo siguiente será regalar el Prozac con el periódico.

El caso es que la gripe común, causa cada año, entre 250.000 y 500.000 muertes si no es que más, pero eso es normal. Eso no es motivo para preocuparse. De momento vamos a preocuparnos por los 1.462 muertos por la gripe de moda. Pero estemos tranquilos, porque por ahí he leído que en Europa sorprende la casi ausencia de defunciones… ya sabéis, eso puede deberse, por ejemplo a la higiene, a la abundancia de agua potable y no contaminada, al acceso a medicamentos... no sé, son medidas que se me ocurren, pero que no deben ser importantes, porque si no, en el resto de los países, se estaría haciendo algo y tampoco habría defunciones allí, así que no deben tener tanta importancia estos aspectos.

Casos y cosas
Está claro que se trata de un virus exótico, pero no por lo raro, sino por lo que le gusta viajar. Es un virus curioso y por eso en España tenemos tantos casos. Por un lado el turismo es importante y por otro... el factor inmigración es un detonante inmenso. Pero en España mueren alrededor de 3.000 personas al año, por gripe común, 74 por el virus en sí y el resto como consecuencia del agravamiento de otras enfermedades. Mientras que por causa del virus de la gripe A han muerto 15 personas... entre las que se cuentan un niño de 11 años con una enfermedad crónica y un hombre de 71 con una enfermedad broncopulmonar, otro hombre de 30 años que pertenecía a un grupo de riesgo, como los dos anteriores. Niños y ancianos. Y también una mujer embarazada de Castellón, otro grupo de riesgo. De los 11 restantes, tenemos 2 marroquíes y una nigeriana, un hombre con una patología renal muy grave y dos mujeres, una de ellas murió tras una cesárea y al poco su bebé por lo que dicen que fue un error humano. A los 8 que quedan, hay que restarles también, un canario de 41 años con una patología crónica, un valenciano de 53, con otra patología grave crónica, un alicantino de 34, con la misma historia y una catalana de 35 con varias patologías graves previas. Es decir, sólo han muerto 4 personas españolas sanas, que quizá fuesen turistas que habían viajado fuera de España y que además no tomaron ningún tipo de medida para no contagiarse.

Sí, yo también estoy de acuerdo en que las medidas que nos han ofrecido son ridículas, pero si es verdad, como dicen, que tenemos casi 20.000 casos de infectados por el virus de la gripe A en España, entonces, 15 muertes es una cifra muy baja y teniendo en cuenta lo anterior, la mayoría de las víctimas hubieran muerto igual si la gripe no hubiera irrumpido en sus vidas. Así que sí, es bueno tomar medidas, es bueno estar atento, pero lo más importante es no ponerse nervioso ni creer que esto es una pandemia que acabará con raza humana, ni encerrarnos en casa ni, por supuesto, dejar de viajar en ningún caso.

Vacunarse, es algo que dejamos a la elección personal y a la fe de cada uno en la necesidad y eficacia de ese tipo de prevención, lo que sí es importante es que todo el mundo tome medidas que empiecen por la higiene y la alimentación, esto es muy fácil: vitaminas, fruta, ya sabéis… porque entre la gente sana, no hay ninguna estadística que recoja los casos de las personas que se han infectado y se han curado... y no se han dado ni cuenta.

lunes, 10 de agosto de 2009

El centauro de La Strada

Además de haberse ganado su fama a pulso, por su hermosa arquitectura y por la calidad de sus obras, la Scala de Milán, comparte importancia con un festival multicultural y original hasta el extremo, que se celebra en Graz durante la primera semana de agosto. Sólo que este festival se llama La Strada.

Aprovechando el fabuloso clima veraniego que se disfruta en el país, el sur, los estirianos, celebran un festival callejero e interactivo, capaz de sorprender al más escéptico. Rompen absolutamente todos los esquemas artísticos y teatrales, convirtiendo la propia calle, en único escenario y haciendo del público uno más de los actores. Pero no como en esos teatros en los que los pobres incautos de primera fila, acaban pagando el pato y subiendo a un escenario físico a hacer el ridículo más espantoso de su vida. No. Uno no va a un festival a sufrir. Son los actores los que se mezclan con el público, cantan, bailan, se mueven de una plaza a otra y es preciso seguirlos… no sabría describir ese cúmulo de sensaciones tan novedosas.

La música es un gran protagonista en este festival, pero también la luz, los colores, todo tipo de sonidos, el lenguaje simbólico... porque no es necesario conocer un idioma para comprender el desarrollo de la obra, ya que hay actores de todos los países. Todo se diluye en un mar de significados, de sensaciones y de diversión.

Este año el festival ha comenzado con una obra fabulosa: El teatro del centauro, una mujer sobre un caballo negro con una maleta naranja.. el símbolo del festival 2009, era el centauro. El mensaje: 1+1=1, apasionante. Otras obras presentadas, por ejemplo, un vagón de tren, de esos de antes de la guerra (del Peloponeso, por lo menos), con un grupo de músicos, que tocaban instrumentos tan pintorescos como unas bujías o los silbatos de la locomotora. Al tiempo que el vagón se desplazaba a través de la ciudad, acompañado por un centenar de personas y un montón de niños, convertidos en protagonistas porteadores de parte del escenario móvil. Otra obra, dos hombres arrastrando una bicicleta de tres ruedas (dos delante y una detrás, como un rick show) y generando un ruido inmenso con cientos de aparatitos, silbatos, carracas y cualquier cosa que suene, seguidos por un grupo cada vez más nutrido de personas, que se van apuntando espontáneamente, a eso de hacer ruido durante un rato.

Inimaginable pero absolutamente extraordinario. Por un lado las obras presentadas, por otro la respuesta del público y finalmente, lo más inaudito, el ambiente que se crea cada día y cada noche, durante una semana entera a ambos lados de las orillas del Mur.

jueves, 23 de julio de 2009

Un autobús con alas

Ya es oficial. Nos hemos vuelto todos locos.

Llevo toda la vida escuchando a la azafata que, por seguridad, me siente, que me abroche el cinturón, que ponga el respaldo recto, que pliegue la mesita... y era todo una broma. Resulta que ahora, mientras uno vaya medianamente sujeto a algo, puede ir de pie. ¡¡¡¡Se puede viajar como en un autobús!!!! Sencillamente genial.

Y es que resulta que la low cost Ryanair, quiere ser más low cost todavía y ha preguntado a 120.000 de sus adeptos qué les parecería volar de pie. Pues bien, por lo visto, el 66% ha dicho que si es gratis y el vuelo es de menos de una hora, vuelan. Otros están dispuesto incluso a pagar la mitad del billete de los que van de pie... que en Ryanair pueden ser 50 céntimos.

Como el que coge el metro. Pero, si en el metro, en el tren, incluso en el autobús, se puede viajar de pie, sin cinturón ni nada... y ahora en el avión, si el trayecto es corto, un poco más de lo mismo... no sé, porque una vez a bordo, a ver quién aguanta el trayecto entero atado y quieto. Al próximo guardia que me encuentre y me venga llorando que me multa por no llevar el cinturón, le voy a explicar que el trayecto es de menos de una hora, que no me cuente su vida y que se vaya a plantar multas a la autopista. Y que al perro lo llevo suelto, porque viaja gratis.

Esto es el "súmmum". Quizá en un futuro cercano, también podamos volar atados en un ala, lo que no sé es si eso sería gratis siempre que no se pise la parte en la que pone "no caminar por aquí" o si será más caro por aquello de las vistas. Además, se puede vender también como deporte de riesgo o como método antiarrugas, porque el viento vendrá suave... supongo. Por ideas que no quede.

Y ¿cuál es el truco para que un avión lleve a sus pasajeros como los camiones de ovejas?, aunque eso sí... gratis. Pues suma y sigue, las tasas, los seguros, la maleta que facturas, el taxi que te lleva hasta el aeropuerto o te saca de él, a horas intempestivas... gratis, gratis no va a ser nunca. Por muy bonito que lo pinten.

Lo que tenemos que tener claro es si eso va a ser seguro o si va a ser cómodo y, sobre todo, la compañía debería valorar si es ético. Quizá sólo ha sido un golpecito de impacto para darse más publicidad gratuita en los meses de la temporada alta, pero si se lo han planteado en serio, deberíamos revisar hacia dónde vamos con tanta normativa por un lado y con tanto ajuste de precio por otro. Porque al final el precio va a ser caro y lo vamos a lamentar... tarde.

Un autobús con alas

Ya es oficial. Nos hemos vuelto todos locos.

Llevo toda la vida escuchando a la azafata que, por seguridad, me siente, que me abroche el cinturón, que ponga el respaldo recto, que pliegue la mesita... y era todo una broma. Resulta que ahora, mientras uno vaya medianamente sujeto a algo, puede ir de pie. ¡¡¡¡Se puede viajar como en un autobús!!!! Sencillamente genial.

Y es que resulta que la low cost Ryanair, quiere ser más low cost todavía y ha preguntado a 120.000 de sus adeptos qué les parecería volar de pie. Pues bien, por lo visto, el 66% ha dicho que si es gratis y el vuelo es de menos de una hora, vuelan. Otros están dispuesto incluso a pagar la mitad del billete de los que van de pie... que en Ryanair pueden ser 50 céntimos.

Como el que coge el metro. Pero, si en el metro, en el tren, incluso en el autobús, se puede viajar de pie, sin cinturón ni nada... y ahora en el avión, si el trayecto es corto, un poco más de lo mismo... no sé, porque una vez a bordo, a ver quién aguanta el trayecto entero atado y quieto. Al próximo guardia que me encuentre y me venga llorando que me multa por no llevar el cinturón, le voy a explicar que el trayecto es de menos de una hora, que no me cuente su vida y que se vaya a plantar multas a la autopista.

Esto es el "súmmum". Quizá en un futuro cercano, también podamos volar atados en un ala, lo que no sé es si eso sería gratis siempre que no se pise la parte en la que pone "no caminar por aquí" o si será más caro por aquello de las vistas. Además, se puede vender también como deporte de riesgo o como método antiarrugas, porque el viento vendrá suave... supongo. Por ideas que no quede.

Y ¿cuál es el truco para que un avión lleve a sus pasajeros como los camiones de ovejas?, aunque eso sí... gratis. Pues suma y sigue, las tasas, los seguros, la maleta que facturas, el taxi que te lleva hasta el aeropuerto o te saca de él, a horas intempestivas... gratis, gratis no va a ser nunca. Por muy bonito que lo pinten.

Lo que tenemos que tener claro es si eso va a ser seguro o si va a ser cómodo y, sobre todo, la compañía debería valorar si es ético. Quizá sólo ha sido un golpecito de impacto para darse más publicidad gratuita en los meses de la temporada alta, pero si se lo han planteado en serio, deberíamos revisar hacia dónde vamos con tanta normativa por un lado y con tanto ajuste de precio por otro. Porque al final el precio va a ser caro y lo vamos a lamentar... tarde.

jueves, 16 de julio de 2009

Accidentes aéreos y tiempos de crisis

Desgraciadamente, desde hace unos meses, parece que resuenan más noticias sobre accidentes aéreos. Lo cierto es que desde 2003 ha habido unos 23 importantes. Y, cuando digo importantes, me refiero a que han dejado un saldo de muertos y heridos elevado. Cuando un avión aterriza en el río Hudson y todo se termina con un aplauso al piloto por lo bien que lo ha hecho... no lo vamos a contar como accidente, sino como percance.

En 2007 sólo hubo uno: el 5 de mayo un avión de la compañía Kenya Airways se estrelló y murieron los 114 pasajeros. En 2008, hubo dos: el famoso de Spanair, con 154 víctimas, y otro cuatro días después, en Kirguistán, con 68. En 2009 llevamos 3: el de Air France, que ya en otra vida nos enteraremos de qué pasó de verdad; el de Yemen, con 153 personas a bordo, el 30 de junio; y el 15 de julio, un avión iraní de Caspian Airlines que iba a Armenia.

Cierto es que de las compañías más importantes sólo figuran dos en 7 años. No está mal, porque el resto de aviones, desde 2003, es decir, los otros 17, pertenecían a compañías menos conocidas, con pocas excepciones. Todo esto me sugiere una duda, acerca de los motivos de esta situación.

¿Es una consecuencia directa de la crisis y los recortes presupuestarios? ¿Se debe a factores humanos provocados por el estrés de la situación? ¿Es pura casualidad? ¿Mala suerte? ¿Sabotaje? ¿Alguien tiene alguna idea que quiera compartir con nosotros?

Si queréis ver una lista de esos accidentes, pormenorizada y documentada, podéis encontrarla aquí: http://www.univision.com/contentroot/wirefeeds/world/7996482.html.

miércoles, 8 de julio de 2009

Las ofertas de verano

Es el momento de elegir destino y salir corriendo para disfrutar de unos días lejos del mundanal ruido, descansar y, si se tercia, conocer mundos, culturas y comidas diferentes. Así que salimos a la calle y oteamos el panorama turístico y sus ofertas.

Egipto desde 300 euros por persona
El mundo cambio su Historia desde que se inventaron las excusas. Los niños suelen decir eso de “es que se me ha escapado”, los padres “bueno, es que yo creía”, los conductores que aparcan mal “si ha sido un momento”, la gente que se cuela “si sólo es una pregunta” y las agencias de viajes dicen “desde”.

Con el “desde” ya está todo arreglado. Son 300 euros, más el suplemento de gasolina, la comida, las excursiones, las propinas, el visado, el otro suplemento que se me había olvidado y no sé qué más... Total, lo mismo que los demás, euro arriba, euro abajo. Y lo malo es que tú lo contratas sin leerte demasiado bien todas las condiciones, pensando que algo hay de suplementos, pero que siempre será más barato... Y, al final, se queda en 800 euros, como todo el mundo. Porque es lo que vale el viaje y no le des más vueltas. Una oferta 100 euros más barata es una buena oferta, 200 euros es una señora oferta, pero menos... es para sospechar.

Una vez en la vida
Luego buscas por Internet y te encuentras esas súper ofertas que sólo ocurren una vez en la vida. Vuelos a 10 euros… ¡Quiero uno! Y vas para allá. Bueno, los vuelos a 10 euros son cuatro, salen desde un aeropuerto secundario a 150 kilómetros de la capital, a horas muy curiosas, hay que reservarlo en primavera para el próximo otoño, tiene que caer un fin de semana en medio y las tasas y el combustible van a parte. ¿Total? Ya lo compraré en otoño al precio que sea... y me aseguro.

He leído cientos de consejos obvios para esto de conseguir súper ofertas, pero, sin duda, el mejor es el de seleccionar toda la oferta, pegarla en Word con un tipo de letra Arial en 14 puntos. Y volver a leerla entera. Así no hay sorpresas.

Personalmente también me ha pasado eso de encontrar un viaje casi por la mitad de su valor, para un grupo y al final conseguirlo de verdad. Es decir, que te lo venden por el precio que pone en grande y que no parece que vaya a haber sorpresas. Y te embarcas en la aventura para encontrarte en el destino con que la luna de miel es “cada uno en una cama y me partieron el grupo en tres hoteles distintos”. Ese es el precio de algunas mayoristas que venden sobre todo a estudiantes.

Una vez allí te callas y te aguantas y que sea lo que Dios quiera... Pero no. Este tipo de timos son un “delito” como cualquier otro y si reclamamos cuando el avión llega tarde, cuando nos pierden las maletas, cuando en el restaurante no nos tratan bien o incluso devolvemos la ropa que hemos comprado y resulta que no es de nuestra talla... pues esto igual. Si os ofrecen las cosas a un buen precio y después cualquier parecido con la oferta es pura coincidencia os aconsejo reclamar en firme. Nunca saldréis perdiendo.

viernes, 5 de junio de 2009

Por la Francia medieval

Acabamos de volver de viaje. Francia. El sur. Una gozada. Cuando hablamos de Francia, todo el mundo tiene una idea preconcebida sobre este país. En España pensamos que se levantan de la cama concentrando esfuerzos para fastidiar al turista y, si éste es español, lo harán con especial mala idea. En Sudamérica, creen que los franceses se ducharon una vez, en tiempos de los reyes godos y hasta hoy... en cualquier caso siempre cabe recordar aquello de "dime de qué presumes..." y ve a conocer el mundo para que tu cabeza se despeje de tonterías.

No obstante, el sur de Francia no es París, ni es Lyon, ni es demasiado moderno ni ha crecido sin orden ni concierto. Es más bien, Sevilla o Graz. Es el ambiente universitario en ciudades como Toulouse y relajación campestre en el resto. No hay prisa, no hay ruido, no hay estrés y a veces ni siquiera hay cobertura de teléfono porque la naturaleza es dueña y señora. Historia y cultura.

Ciudades medievales como Alby o Rodez. Pueblecillos como Figeac, Cahors o Millau; y minúsculas aldeillas olvidadas como Saint Géry o publicadas a los cuatro vientos como Sant Cirq Lapopi, Rocamadour y Conques. Todo ello gira en torno al turismo y pequeñas economías generalmente privadas. Pero el punto común es el turismo y esto hace que la apariencia del entorno sea acorde y llame tanto la atención. El suelo limpio, como corresponde a los países del primer mundo y ocurre siempre que salimos de España. Eso sí, papeleras por todas partes, que todo hay que decirlo.

La comida es espectacular, nada de platos súper elaborados y vacíos de sentido y contenido. Aquí se come como en el sur de casi todos los países: a lo bestia. Pato, foie-grase, queso y vino. Claro que hay muchas más cosas, incluso hamburguesas y comida rápida, pero eso es lo típico. Bueno y en Toulouse judías blancas, claro.

Sin embargo, lejos de los clichés turísticos que normalmente componen la identidad de una región cuando uno viene de fuera, lo que más sorprende es la educación de los franceses de esta región. Por una lado el idioma. Allí todo el mundo se esfuerza, unos hablan un buen español, otros lo hacen peor, el que no habla español, lo entiende y el que no lo entiende lo intenta y el que no es porque habla italiano o alemán. Porque prácticamente todo el mundo habla inglés. Eso llama la atención, sobre todo si se trata de pequeñas poblaciones con 500 habitantes.

Además, si se tiene oportunidad de conocer la región por carretera, me refiero a conduciendo uno mismo, es como retroceder en el tiempo a aquellos años en que la policía no se apostaba tras los matorrales, para "cazar como conejos" a los conductores y ponerles multas, ante la remota posibilidad de que se haya sobrepasado el límite de velocidad en un 0,2%. Allí la mayoría de las veces no hay límites. Y el límite suele superar con creces la velocidad a la que un conductor cuerdo circularía por ese tramo. Casi no hay ningún radar y los que hay se ven desde un avión, están indicados y señalizados... Nadie conduce de forma temeraria y cada uno es dueño y responsable de su seguridad, no es necesario gastar más dinero en tapizar el territorio con carteles que les amarguen el viaje recordando el número de víctimas que hubo el año anterior o increpando a que uno se ponga el cinturón... sabiendo que el cinturón es una medida discutible, es decir, no pone en peligro la vida de nadie (como el conducir ebrio) sino la del propio conductor y, en cualquier caso le corresponde a él decidir si lo utiliza o no, aunque paradójicamente, uno se lo pone no por seguridad, sino para tener la seguridad de que el policía escondido no te multará también por no llevarlo.

En Midi Pyrinees, todo el mundo se ocupa de su propia seguridad y conduce según sus posibilidades, incluso cuando aparece una moto en el horizonte, los coches se apartan amistosamente a la derecha para evitar colisiones y ceden el paso al que va más deprisa, incluso en los cruces. Es muy interesante su estilo de vida y todo lo que ofrecen al visitante. Si alguien está especialmente interesado, esa es la zona de los cátaros, todo medieval y realmente constituye un viaje en el tiempo que merece la pena hacer, al menos una vez.

jueves, 21 de mayo de 2009

Una vacaciones a precio de casa

Ahora que comenzamos a preparar las vacaciones nos damos cuenta de que la cartera la hemos debido dejar en los otros pantalones... porque abulta tan poco que no se la ve. Un viaje que resulte inolvidable, pero que cueste poco dinero: Austria. Sin duda todos pensáis que estoy diciendo tonterías, porque Austria otra cosa no, pero fama de ser una de las perlitas de Europa y, por tanto, de entre lo caro, lo más caro, pero nada más lejos. Viena, la capital, maravillosa como ella sola, puede que sí, quizá un poco más, pero vaya, que el país va mucho más allá.
Pongamos por caso, montañas, deportes, naturaleza y tranquilidad: Innsbruck, la capital de los Alpes. Allí donde se suelen disputar los juegos de invierno, donde el famoso tejadillo de oro, donde las vaquitas de Milka cruzan para tomarse unas vacaciones. Es el Tirol, no son las montañas de Heidi, pero las mejoran. Es una comarca tradicional hasta en los detalles más insignificantes y luego te encuentras con edificios vanguardistas dignos de Nueva York o de Tokyo.
Si lo que uno quiere es comer y beber bien, pero bien con mayúsculas... Salzburgo. Donde está la abadía de Sonrisas y Lágrimas, donde nació Mozart, donde está el Hangar 7, sinónimo de arquitectura, arte contemporáneo y alta cocina y donde cada año se celebra el Gran Festival de Salzburgo. Aquí se suele venir en plan familiar, cultura hasta en la sopa, que será estupenda, porque la comida allí tiene un 10.
Y si uno lo que quiere es juerga y pasarlo bien, pues Graz. Es la segunda ciudad en importancia del país y es la universitaria. Con su isla flotante del río Mur, la torre del reloj, que es el icono de la ciudad y donde los enamorados suben a darse su primer beso, los heurigern, que son jardines para tomar vino blanco y cerveza (terrazas de verano para que nos entendamos, pero muy bien ambientadas) y lo que poquito que en Europa se puede llamar bar, sabiendo a lo que nos referimos y lo que esperamos de un bar: música, copas y que no cierre a las doce en punto como el bar de Cenicienta.
En Austria se puede comer de menú por 5€, que no está nada mal y las tiendas no son ni la mitad de caras que en Madrid o Berlín ni que por supuesto, en Londres o en París. El sistema de transporte público es una auténtica gozada y está pensado para eso, para que lo use el público, que con un euro te vas a la otra punta de la ciudad en metro, tranvía y autobús, una cosa después de la otra... y con el mismo euro, quiero decir, con el mismo billete. La gente es acogedora hasta el final, cuando hablan inglés... se les entiende, cosa muy de agradecer, porque el alemán ya son palabras mayores, pero cuando uno aprende inglés y se va a Londres, se quiere pegar un tiro y se vuelve a apuntar a primero de la academia.
Yo no soy austriaca, pero me parece un lugar tan encantador y tan rico en todos los sentidos, que estoy en trámites, a ver si me adoptan pronto.

martes, 28 de abril de 2009

Rescatar a la princesa

Durante este último fin de semana (del 24 al 26 de abril) se han celebrado en Oropesa, en Toledo, las X jornadas medievales. ¿Alguien ha estado? Es como un mercadillo medieval, pero a lo bestia. Se celebra en abril, pero hay que estar muy atento para saber exactamente qué fin de semana será. Y es que en este pueblo, la gente se pasa meses preparando la fiesta. No dejan nada a la suerte, cuidan todos los detalles y allí colabora hasta el último mono.

Representaciones teatrales, como el rescate de la princesa, que es un montaje muy cachondo, sobre la leyenda que se supone, da nombre al pueblo. Porque al raptar a la princesa, pidieron al rey un rescate por ella, en metálico. Y la subieron a una balanza para cobrar su peso en oro... de ahí viene el nombre: Oro-pesa. Luego hay otros como el de la peste, el Apocalipsis, la danza de la muerte... con personajes y hechos, más o menos históricos. Hacen pasacalles con músicos, bailarines, malabaristas, torneos a caballo, tiro con arco, recitado de romances, Cuentacuentos, teatro callejero, guiñol... lo que se os ocurra. Incluso hay talleres que te enseñan a elaborar las banderas y los estandartes con los que luego se decoran el castillo y el pueblo entero. Hasta las papeleras están decoradas ad hoc.

Toda la gente se viste de campesinos, princesas, odaliscas, moros, cruzados... es como sumergirse durante unos días en un cuento. Además, el pueblo se llena de puestos con todo tipo de artículos, también preparados como si fuera un verdadero mercado medieval... pero limpio. Los puestos son los típicos de los demás mercadillos, aunque en esta ocasión disfrazan el puesto, la mercancía y a los propios vendedores con un poco más de intención, de manera que parece que realmente estás comprando un quesito en el siglo XIII. De hecho, cuidan tanto el detalle, que las ensaladas no llevan ni tomate, ni maíz, ni patata... ya que aún no se conocían esos productos en la península.

Se puede comprar casi de todo, lo único que puede frenarnos mucho son los precios, porque desde que se inventó eso del comercio justo, las artesanía, los productos naturales y la denominación de origen... está claro que no se puede comprar nada. Yo creo que son productos normales que pagan un plus tan alto por llevar esa etiqueta, que por eso nos los venden a precio de oro. Quizá fueran reliquias medievales de verdad y por eso las vendían a esos precios. En cualquier caso un trocito de queso, no puede costar casi 30€ ni una ensaladera de madera 200€. Eso es exagerado, ¿verdad? Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre... Por eso os recomiendo, que el año que viene, cuando vayáis, no sólo os disfracéis, sino que deis primero una vuelta para controlar lo que hay, antes de comprar y después, buscar bien las buenas ofertas, porque también las hay.

miércoles, 15 de abril de 2009

Viajar a Tailandia

Al parecer no es suficiente con que haya crisis en el sector. Ahora también hemos decidido apuntarnos al carro de no viajar porque no es seguro. Supongo que todos habréis visto las noticias sobre lo que está ocurriendo en Tailandia. "Un grupo de radicales enloquecidos han tomado las calles y fusilan sin piedad a todos los turistas que no se sepan el himno. Se están cerrando las fronteras y van a cambiar el nombre al país por Nueva Macedonia", esto último es para despistar y dar por saco.

¿Cómo se puede ser tan tremendamente alarmista? Si hiciéramos caso a todo lo que dicen algunos medios de comunicación, durante las vacaciones no saldríamos de casa. Esa manía de exagerar las cosas para ganar audiencia no trae buenas consecuencias a la larga... En febrero hubo un atentado en El Cairo que mató a una turista francesa y dejó 17 heridos, así que a Egipto ya no se puede volver nunca más, que es muy peligroso. A Italia tampoco, porque como hace unos días hubo un terremoto... se ve que es gente poco seria, que no tienen en regla los papeles de los desastres naturales y como no pagaron el impuesto de terremotos, les ha caído uno por sorpresa. A España tampoco es bueno venir, no sea que te pille la huelga de pilotos del mes y te quedes en el aeropuerto haciendo una ampliación forzosa de las vacaciones. En esta línea lo mejor es quedarse en casa rezando.

Tengo la impresión de que el señor Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, se ha pasado mucho diciendo que viajar a Tailandia no es seguro y que en breve tendrá que dar marcha atrás. Debería hacerlo. ¿Conocéis a alguien que viva en Tailandia? Seguro que os dice que la mayoría de las cosas que tanto nos preocupan aquí, allí ni han pasado ni tenían noticia... Personalmente es el momento en que yo hago la maleta y salgo corriendo porque tienes el país para ti solito y no hay nadie que te moleste en ningún sitio. Pero creo que tampoco es eso. Quizá viajar esta semana no es buena idea, sobre todo porque acabamos de volver de las vacaciones de Semana Santa y esta feo volver a irse de vacaciones, pero seguro que esta decisión tan poco meditada, por parte de todos los que han intervenido, afectará seriamente al turismo tailandés, sin que éste entienda jamás porqué ha pasado.

Todo el jaleo está fuera de los circuitos turísticos habituales, las infraestructuras del país, los aeropuertos (dentro de lo que son), las carreteras, las vías ferroviarias y los hoteles funcionan con total normalidad. Al fin y al cabo se trata de ejercer presión sobre los políticos locales, no sobre los turistas. Que nadie cancele sus vacaciones. Que ahora vienen los mejores festivales del año y merece la pena darse un homenaje de este calibre.

viernes, 27 de marzo de 2009

¿Por qué los osos comen piedras?

Acabo de volver de una escapada de dos días. Cuenca. A un tiro de piedra de Madrid. Dos días de relax y naturaleza. ¿Sabíais que la región de Cuenca, la Serranía Alta, es la más poblada forestalmente de toda Europa, por detrás de Ginebra? Impresionante. Es como Asturias, todo árboles. Claro, obviamente hay zonas que no... Segóbriga es una planicie inmensa, pero si uno busca arbolitos, tranquilidad y pajaritos cantando... esto lo tenemos ahí mismo.

Es más, ¿alguien conoce el Parque de El Hosquillo? Allí, en medio de la nada, un Parque Nacional Cinegético, que traducido a euros, quiere decir, un parque enorme preparado para cuidar y recuperar especies protegidas. Tanto animales como vegetales. Y además, es gratis. Entre semana pueden entrar como máximo, 50 personas por turno, de centros docentes y asociaciones y los fines de semana, grupos de particulares, de 10 en 10.

El nombre lo tiene muy bien puesto, viene de la hosquedad de su terreno, es decir, orografía cruda y difícil. Escarpado y frondoso, es el lugar perfecto para que se escondan los ositos, los lobos, los muflones... los únicos que salen sin miedo a otear al turista son los pájaros. Para todos los demás, hay que mantenerse quieto y calladito. ¿Peligroso? No es ni por asomo, así que es una visita fantástica para hacer con niños. Los guías te pegan un repaso en ciencias naturales de los que dan frío y sales de allí con las ideas ordenadas y claras. Tanto los peques como los mayores. Todo en un ambiente tan divertido, que al final es más difícil acallar la carcajada que moverse sin hacer ruido por el bosque.

Es una excursión cortita que merece la pena en todos los aspectos. ¿Cuál es la diferencia entre un cuerno y una cuerna? ¿de qué planta sale el taxol, utilizado como tratamiento contra el cáncer? ¿por qué los osos comen piedras? No os digo más. Eso sí, coged la cámara y los prismáticos, que el resto lo ponen ellos.

viernes, 13 de marzo de 2009

comentarios

Queridos amigos, lo primero que quiero es agradeceros vuestra intervención, porque sin la participación de los lectores, esto no sirve para nada.

En segundo lugar, puntualizaré que el comentario de Germán me encanta. Efectivamente retrasos hay en todas las compañías. Unas veces por culpa de unos, otras por culpa de otros y casi siempre por culpa de Iberia, que en otros aspectos son una compañía de bandera, todo hay que decirlo. Pero también es cierto que a veces, es por culpa del pasajero que llega tarde y retrasa a todos los demás... Nunca se sabe.

Luego, eso de que en ninguna compañía te tratan mal.. es una opinión. Todo depende del nivel de servicio que tú busques o el número de veces que vueles a la semana. Lo de Ryanair es una cosa a parte, ahí te doy toda la razón. Pero también tengo que reconocer que no siempre me tratan mal en los vuelos, parece que son todos un circo de animales malvados y es no es cierto; y el avión es mi forma de desplazamiento preferida, con muchas diferencia. Por ejemplo puedo decir que la gente de Air Europa se lleva la palma en todos los aspectos positivos. Porque como dice otro de vuestros comentarios, "son personas". Evidentemente contamos con ello. A veces demuestran algo más que eso y yo soy la primera que he arrimado el hombro en un avión cuando ha hecho falta. Aún así hay cosas que no se pueden pasar por alto.

Me voy a permitir llamaros Anónimo 1 y Anónimo 2 para poder contestar vuestras réplicas. Así que para el Anónimo 1, sé perfectamente que el repostar con pasaje a bordo está dentro de la legalidad. Cierto y me disculpo porque, para no alargar demasiado la entrada, he escrito una parte obviando el resto y eso no está bien. Personalmente me ha pasado más de una vez, el caso de entrar al avión, estar de pie, esperando llegar a mi asiento, con las puertas cerradas, después de haber subido por una escalerita, con algún pasajero apagando el móvil todavía y que te anuncien que no te pongas el cinturón porque van a repostar. Y por supuesto de los bomberos ni rastro... eso incumple varios puntos de la normativa según creo, ya que además sólo puede hacerse en situaciones de emergencia. Y no una sino una, sino varias veces. A mí me parecía normal hasta que investigué sobre ello (Ley de Seguridad Aérea y Procedimientos de Emergencia y Seguridad o S.E.P.). Ahora creo que es bastante peligroso, pero que debe ser algo común y controlado, porque nunca hemos tenido mayor problema. También eso es cierto.

Por último, agradecer al Anónimo 2 su participación. No soy un ogro de Mordor, créeme. No voy buscando guerra en los aviones. Hay muchas compañías que me encantan, con las que nunca he tenido ningún problema. Iberia, es mi favorita y tengo grandes y buenas relaciones con ellos, por eso me enerva que lo hagan mal. Por eso espero lo mejor de ellos. Si un vuelo va tarde, desde luego sé que no es culpa de los sobrecargos, pero sí espero que me traten con todo el amor del mundo, porque igual que en una cafetería o en un hotel, si yo he pagado por un servicio o producto concreto, a una hora concreta, quizá no me valga que me den ese servicio, tres días después. Profesionales conozco muchos, como me imagino que tú eres, por tu forma de expresar tu desacuerdo, pero pseudoprofesionales, como tú dices, también conozco quizá más y precisamente, tú deberías estar conmigo en que esa gente es la que tiene que mejorar mucho para estar al mismo nivel o cambiar de profesión. Sin más.

Por otra parte, me habéis alegrado la semana. Creía que nadie se iba a animar a escribirme. Muchas gracias a todos por participar y, si os parece, abrimos debate y escribimos todos, nuestras experiencias para enriquecernos mutuamente.

No quiero volar con Spanair

Estoy tremendamente harta de escuchar esta frase. Mucha gente me escribe pidiéndome orientación y consejos para elaborar sus viajes de forma particular, es decir, saltándose el paso de la agencia de viajes, para que les salga más barato... creo. Y desde el verano pasado siempre me salen con la misma tontería: con Spanair no queremos volar. Que nos da miedo.

Bueno, yo puedo entender que la paranoia colectiva actúe durante unos meses y la gente se sienta susceptible un tiempo... pero un tiempo, señores. No para siempre. Me gustaría puntualizar ciertas cosas, con la única intención de tranquilizar a los viajeros.

Para empezar, la seguridad en el caso de los viajes, es casi más cosa de la suerte. Porque uno se sube alegremente a un autobús de hace 10 años, que no tiene ni cinturones de seguridad, y se hace 600 kilómetros, sin pensarlo. O conducimos con coches que son mayores que nosotros... pero que como han pasado la ITV (en el mejor de los casos) parece que son más seguros que el avión. Mejor aún, a veces viajamos al extranjero, al cuarto mundo y allí cogemos transportes que no están ni catalogados, para atravesar itinerarios indescriptibles, en plan explorador temerario y valiente... y volvemos encantados de nuestra proeza, corriendo a contárselo a los amigos. Eso no es valor, es inconsciencia y decir que Spanair es menos segura que otra compañía cualquiera, es ignorancia.

Personalmente, no soy muy partidaria de volar con Spanair, por el trato que dan los sobrecargos, y los antes conocidos como azafatos, al personal, pero si tengo que elegir entre ellos e Iberia, por ejemplo, ni lo pienso. El trato será igual de nefasto y además tendré retraso... si viajo con British, me perderán las maletas... si es Vueling tendremos retraso, no podré llevar maleta porque me cobrarán un suplemento, me tratarán igual de mal e "incumplirán" alguna normativa de seguridad, como repostar con el avión lleno de pasajeros... chorradas sin fundamento. En fin, si nos tenemos que poner estupendos no volamos. Deberíamos consultar los datos de la A.E.A. y según sus estadísticas elegir la mejor compañía, aunque seguramente esa no vuele a donde nosotros queremos ir. La única opción es comprar el billete en función del precio y el horario. Nada más.

Creo que es mucho más inseguro ir andando por la calle, que volando en un avión y puedo aseguraros, que si los aviones que tenemos no estuviesen en estupendas condiciones de uso, no se les permitiría volar. Pero es como comparar un Peugeot 405 con un 407. Está claro que el último mola más porque es más moderno y está mejor preparado, pero andar: andan los dos. Y en 1987 el 405 era el que molaba más. Eso no quiere decir que no sean seguros, si los tienes bien cuidados los dos. De hecho, los aviones de las compañías que no son seguras, no tienen permiso para volar en Europa y tenéis la lista en la página principal del portal. Son compañías con nombre de imitación taiwanesa. Así que no hay más discusión: buscad el mejor precio, el mejor horario, el mejor destino y a viajar.

martes, 3 de marzo de 2009

Cambios de nombre

¿Quién no ha jugado alguna vez al Trivial? Preguntas y respuestas al estilo examen oral... Se me ocurre que lo más importante para jugar es conocer el año de creación del mismo, porque hay varias ediciones y las preguntas varían en función de la fecha. Las actuales son muy fáciles porque están basadas en temarios de la ESO, mientras que la edición de 1980 es tremenda.

Lo genial del juego es el quesito azul: geografía. Es decir, preguntas relativas a los países, ciudades, montañas, ríos... El caso es que las preguntas sobre países, deberían incluir además, una fecha concreta, porque te sientes profundamente ignorante, y además lo pareces.

¿Cuál es la capital de Myanmar? Y tú empiezas a pensar... vaya "¿y Myanmar dónde está?" Ni me suena... Y claro, cuando te dicen que la capital es Naypyidaw (que tampoco sabes bien cómo se pronuncia) te quedas igual... entonces vas a preguntarle al señor Google y te dice que Myanmar es Birmania. Que se puede llamar de las dos formas. Como Munich, que se puede llamar Munick, Munij, Miunick... lo que te lleva a pensar que a lo mejor la gente no ve la h y por eso no dicen Munich, porque cuando dicen Zurij, puedes creer que intentan pronunciarlo (mal, pero lo intentan) en alemán, pero como Munich en alemán es München... no te lo explicas. Así que lo de Myanmar debe ser igual.

Supongamos que la pregunta va sobre Yugoslavia, ¿preparados? En 1918 se llamaba Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, en 1929, Reino de Yugoslavia, en 1940 nada, porque lo desmembraron los aliados, en el 45, República Democrática Federal de Yugoslavia. En este punto estaba compuesto por seis repúblicas, así que un año después cambió el nombre por República Federal Popular de Yugoslavia, en 1963, fue República Federal Socialista de Yugoslavia. En el 92 se quedaron sólo Montenegro y Serbia, así que pasaron a llamarse Federación de Serbia y Montenegro, que era más propio; y en 2006, se debía estar fraguando otro cambio de nombre y Montenegro se independizó. Así que imagínate el cacao que hay para decidir los gentilicios, en función del día en que cada uno nació.

En todo este maremagnum de nombres, Macedonia por ejemplo, sigue buscando nombre oficial, porque se pusieron República de Macedonia, pero el nombre ya debía estar registrado por los griegos, para una de sus provincias del norte. Por una parte... si tuviéramos en cuenta todas las ciudades que se llaman o se han llamado: Alejandría, Madrid, Granada, Mérida... no sé, sería para estar discutiendo toda la vida. Pero por otra, deben pensar que, con los antecedentes tan ocurrentes para eso de los cambios de nombre, ¿qué les cuesta a los macedonios inventarse otro nombre y dejar de discutir?

Pero no son los únicos, el caso de Sri Lanka de hecho, es el mejor. Se ha llamado: Lanka, Lankadweepa, Simoundou, Taprobane, Serendib, Heladiva, Selan, de donde viene Ceilán, el último nombre antes de Sri Lanka y ahora, popularmente se la conoce, como la isla de los mil nombres... para no equivocarse será. De todas formas, llegados a este punto, el quesito azul ya lo has perdido y sigues sintiéndote profundamente tonto.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Transporte público español

A día de hoy, desplazarse es una obligación diaria. Da igual si es para ir a trabajar, para hacer la compra, para llevar a los niños al colegio o para irse a tomar unas copas con los amigos. Bueno no, eso ya es pecado, porque con las multas a la orden del día, las copas te las tomas en casa, hablando con los amigos que se han conectado a tu Wii, mientras jugáis a matar malos. Pero el resto de las cosas requieren indefectiblemente un desplazamiento, porque si tienes el trabajo cerca, el colegio está lejos y si el hospital te cae al lado, lo demás está a tomar viento... así que sí o sí, hay que coger el coche. Y al final hay tal cantidad de coches en circulación a la misma hora que se hacen unos atascos universales.

En esto de los atascos podemos aplaudir a las empresas de obras públicas, por contratar becarios a los que echar toda la culpa cuando el proyecto es un desastre, pero todo el mundo ha cobrado una pasta... menos el becario, que era el que trabajaba. En fin, soluciones para los atascos y los desplazamientos: el fabuloso mundo del transporte público.

Yo, para estas cosas, suelo hacer dos listas, como en las composiciones de inglés de selectividad, ¿recordáis?: ventajas y desventajas.

El transporte público no es que no contamine, pero sí contamina menos, quizá el tren, que es eléctrico y aunque haya sembrado el país de vías de acero y cables por todas partes, contamina poco. Además, se puede conocer gente, no sólo en el trayecto, sino mientras se espera a que el medio en cuestión aparezca por el horizonte y, sobre todo, en los apasionantes días en que todos coincidimos en los andenes, marquesinas, dársenas y salas de espera en general porque nuestro amado transporte público está de HUELGA. De hecho, creo que es el único sector que podría hacer huelga a la japonesa y, por una vez, ofrecer un servicio medio decente.

En esto de las huelgas la medalla de oro la tiene Iberia, luego el resto de compañías aéreas, seguidos de cerca, por el tren y cualquier día se nos apuntan los autobuses y el metro. Y ya nos cruzamos de brazos, dentro de casa y que la crisis se nos coma a todos: total...

Como decía, en las salas de espera se conoce gente muy interesante, sobre todo extranjeros que no se pueden creer lo que están viviendo... y con esto terminamos la lista de ventajas.

La otra lista… no sé si hacerla yo o que cada uno sugiera lo que se le ha ocurrido. Partamos de la base de que público quiere decir gratuito, de hecho en Sudamérica lo llaman "colectivo" porque no es un vehículo particular y hay que pagar por utilizarlo, pero imaginemos que llega a Madrid una pareja de chinos. Él alquila un coche en la puerta del aeropuerto y deciden encontrarse en Chipiona, Cádiz, al día siguiente. Él sale del aeropuerto, tarda un par de horas intentando esquivar la M-12 a la que todos odiamos y acaba pagando el peaje, por salud. Sigue por la M-50 y se encamina tardando en llegar unas 8 horas, yendo a una media de 80km/h (por consejo de un amigo suyo alemán que estuvo aquí hace poco) y después de parar en Despeñaperros para hacer fotos, en Bailén para comer algo y en Córdoba para tomar un café, llega a Chipiona.

Ella... coge el metro y se dirige a preguntar qué recorrido es mejor para ir a Cádiz: el billete más barato de tren cuesta 67,30 euros y tarda cinco horas; mientras que el autobús, cuesta 23,70 euros y tarda 8 horas. A pesar del precio, coge el Altaria de las 16:20h. y se sienta 5 horitas a ver el paisaje. En Cádiz, tiene suerte y la estación de autobuses está frente a la del tren, así que coge otro autobús una hora y media más, que le cuesta casi 4 euros y al final llega a Chipiona, al otro lado del pueblo, donde su marido la espera en la habitación del hotel. Así que pide un taxi para llegar hasta el hotel. Otros 15 minutos y otros 5 euros.

Al final, si ambos salieron a las 10 de la mañana, él, que no ha utilizado para nada el transporte público, ha viajado a sus anchas, haciendo lo que ha querido y parando cuando ha querido y ha pagado por ello 20 euros de alquiler del coche y 50 de gasolina. Y ha tardado 8 horas. A las 18:00 estaba en su hotel deshaciendo la maleta.

Ella, tuvo que esperar hasta las 16:20 para coger el tren, que tardó 5 horas, llegó a las 21:30 y esperó para coger un autobús de línea regular que cuesta 3,91euros y que tarda una hora y media más, pero… ¡sorpresa! El último sale a las 20:30, así que tuvo que esperar hasta las 7:15 del día siguiente que, más una hora y media y los 15 minutos del taxi, son las 9 de la mañana. Y se ha gastado, sólo en transporte: 80euros.

Vamos, que no sólo ha perdido el tiempo, sino que le ha salido mucho más caro. Y esto a nivel turístico, no vamos a pensar en esos pequeños pueblecitos de interior, menos interesantes para el mundo en general, cuya conexión con el mundo depende de una línea de autobuses que cobra lo que quiere y que tiene horarios de risa o de esos otros lugares que dependen del tren, sus escasos horarios y sus famosas huelgas.
Yo, desde luego, estoy harta del timo del transporte público y todas esas historias que nos meten en la cabeza para que piquemos y paguemos más.

jueves, 12 de febrero de 2009

Una historia real

Desde que el coche llegara a España en 1950 pareció que el Gobierno apoyaba este medio de transporte tan cómodo y seguro. En 1980, nuestro país se había convertido en uno de los principales productores mundiales de vehículos de turismo, con coches baratísimos.

El Gobierno se tomó tan en serio eso de apoyar la industria automovilística que, en 1998, se llegaron a producir 2.826.042 vehículos, un récord absoluto para el país. Y como todo esfuerzo tiene su recompensa, pues el Estado se llevó 490.020 millones de pesetas, es decir, 2.950 millones de euros de impuestos.

Entonces, si la cosa iba tan bien y les reportaba tanto dinerito, ¿a qué viene esta campaña contra el coche que hay en España? 2008 se cerró con una bajada en las ventas y matriculaciones de automóviles, del 28,1%, respecto al año anterior. Esto es mucho. ¿Querrá eso decir que los ingresos fiscales también van a descender? No. Y no rotundo además, porque quizá no se embolsen miles de millones de euros en concepto de impuestos directos por la compra de vehículos, pero lo harán en concepto de multas y, sobre todo, el gran enemigo dormido: el parking.

De un tiempo a esta parte, parece que el Gobierno con sus amigos de Tráfico de la mano, han emprendido una campaña contra el uso del coche que da miedo. Al principio creí que lo hacían para fomentar el transporte público, pero está claro, que con el precio al que lo han puesto, no era para eso. Las multas están a la orden del día y tú, cada vez que vislumbras un coche de policía, ya temes la multa, aunque vayas andando. Ya no dan seguridad ninguna, sino todo lo contrario. Y los conceptos de las multas son arbitrarios, porque la gente que conduce a 12 por hora, en una autopista de 9 carriles, va tan contenta. Que los radares sólo te "cazan" si vas rápido. O cuando no llevas el cinturón puesto. Porque ¿a quién hago yo daño cuando no llevo el cinturón? ¿A mi madre que llorará en casa si se entera de que estoy poniendo mi vida en peligro? Las multas deberían ser para aquellos que ponen en peligro la seguridad de los demás, ¿o es que ahora van a multar también a los que hacemos puenting?

Y lo peor es aparcar. Claro que no hace falta ya que el Gobierno apoye el sector del automóvil, si sólo en 2003 ya recaudaron 18 millones de euros, con la tontería del parquímetro. Y si no puedes aparcar en la puerta de tu casa, pues al garaje público... que estos también deben pagar un buen dinerito al Estado por la inyección de euros que les están regalando.

Imagínate que eres un estudiante alemán, que ha decidido venir a España con su cochecito desde Munich. Y el muchacho entra por Cataluña, porque quiere conocer Barcelona. Allí paga unos 30 euros de peajes cada 50 kilómetros más o menos, porque se siente incapaz de abandonar la autopista. Él habla alemán y el español que aprendió en el colegio... Luego, cuando por fin llegue a la ciudad, intentará aparcar y se pegará un tiro, porque allí hay calles por las que no caben ni los coches. No lo conseguirá y acabará dejando el coche en el parking de algún cementerio cercano. Pero lo mejor vendrá cuando se entere de que le han puesto una multa por conducir a 85 k/h por una autopista barcelonesa, claro que él nunca se enterará de que esa era "para no contaminar". Ellos que no tienen límite de velocidad en sus autopistas.
Y si aún le queda dinero tras el atraco en Cataluña, el chico, que es un valiente, continuará camino hasta Madrid. Por el camino, decide salir de la autopista, porque ahora sí entiende lo que pone, y parar en algún sitio intermedio como Zaragoza para ver las ruinas de la Expo 2008. Allí aparca el coche en zona azul y se va comer. Los parquímetros de Zaragoza son famosos porque funcionan como les da la gana, con lo que el importe no coincide con el tiempo y cuando el chico vuelve: multa. Así que anula la multa, pagando los 3 euros de soborno al parquímetro de las narices. Y entonces recuerda que en Roma, con toda su mala fama, con 4 euros tenías parking para todo el día.

El chico, ya cabreado, intenta salir de allí y coger de nuevo la autopista. Va rápido. Lo menos a 75k/h en una zona de 60k/h. Y allí, en un cambio de rasante, apostaditos y escondidos como lo hacen los ladrones, los del radar móvil. Le paran, le piden los papeles... como no se entienden... se organiza. El chico es alemán, trata de mantener la paciencia y habla en inglés. Los policías ni papa, claro. Lo intenta en español macarrónico. Los policías se vuelven a explicar. Al final concluyen que: si no paga la multa en el acto, el vehículo se le retiene, porque como es extranjero... ya se sabe. No vaya a ser que no cobren.

El chico vuelve a pagar. Ya está muy decepcionado de sus vacaciones, pero continúa a Madrid, que es una ciudad estupenda donde se lo va a pasar fenomenal. Así que llega a Madrid 9 horas después, porque decide conducir a 60k/h todo el camino. Y llega por la carretera de Barcelona. Pilla atasco, se lía y acaba en la dichosa carretera del aeropuerto, pagando peaje, claro. Empezamos mal. Tras 2 horas de atasco encuentra la calle del hotel en el que ha reservado habitación. El hotel de 5 estrellas en el centro, no tiene parking. Da vueltas, echa gasolina dos veces. Y encuentra sitio en zona verde. Aparca y se va al hotel.

Como está hasta los mismísimos huevos, se cambia y se va a tomar una copa. Andando claro. En el bar conoce una chica que habla alemán y se cuentan las penas. A lo que el chico se entera de que zona verde, es malo malísimo si no eres residente y que en cuanto salga el sol, tendrá otra multa... sale pitando a cambiar el coche de sitio, con tan mala suerte, que en la primera rotonda, control de alcoholemia.

Al día siguiente, el chico le regala el coche a la chica que conoció en el bar. Coge un avión y se vuelve a su casa, donde se siente seguro y feliz. No sólo no volverá jamás a España, sino que además contará los horrores de este país tercermundista. Y luego dicen que hay crisis... y que se nota, porque ya ni los extranjeros dejan propina en los bares... ¿propina? La propina la tienen los de tráfico.

Entre los peajes, el precio de la gasolina, los malditos parquímetros, las multas por estupideces, las carreteras mal diseñadas, los atascos... vamos a conseguir que los turistas se vayan al otro lado del mundo y no vuelvan jamás a España.

miércoles, 21 de enero de 2009

¿Qué hacer cuando te dejan con lo puesto?

Lo primero que yo sugeriría es, si se llevan objetos de mucho valor dentro de la maleta, hacer una declaración previa del contenido de la misma. Y no me refiero a ir a facturar con un notario de la mano, sino a una declaración en el propio aeropuerto para que quede constancia de lo que se lleva y de su valor. Pero atención: esto vale dinerito.
A partir de aquí, se factura y... a rezar!

Si la maleta aparece, pero está rota. O tenemos la suerte de darnos cuenta de que algo, en su interior, lo está (por ejemplo una botella y todo chorrea...) hay que poner una reclamación en el propio aeropuerto. Hay que ir directamente al mostrador de la línea aérea que operaba el vuelo o al de la que lo contrataba originalmente. Ya, ya sé que normalmente todos están cerrados… pues se va al que está abierto, por ejemplo, en España, es el de Iberia que ya ni lo cierran… y ahí le harán una evaluación "muy por encima" a la maleta, inmediatamente te hacen rellenar unos papelitos en plan declaración de la Guardia Civil y a casita que llueve… con todos esos papeles, te dan también una dirección a la que puedes ir: primero para que te arreglen la maleta, pero como en el 99% de los casos no les apetece, te dan una nueva. Aunque para eso tienes que tener el pase de embarque (que es el cachito que le han cortado a tu billete antes de que entraras al avión, donde dice tu asiento y el mismo que deberás enseñar para buscar tu maleta y reclamarla si no ha aparecido), ese cachito de papel es tu puerta al cielo. No los perdáis jamás. Y luego, en función del humor de cada azafata, te pedirán que lleves unos papeles más u otros. Con esto se soluciona lo de la maleta nueva.

Pero si lo roto es el contenido… hay que hacer un listado de todo lo roto, una valoración económica de cada objeto (tirad por arriba, que ya ellos tirarán por abajo) y se tienen facturas de algo de lo que se rompió mejor que mejor... si no, se buscan. Y luego el rollo de "mándame el papel a", "ahora búscame el de..." "también necesito ver lo de" y por último "tu cachito del billete que te cortaron al embarcar..." que ese no puede faltar nunca. Este último paso es para desanimar al más valiente... así que, por favor, que nadie se rinda, que esta incompetencia merece un buen escarmiento. Al final, la cosa siempre sale bien y se recupera bastante de lo perdido, si no, el total.

En el peor de los casos, la maleta se pierde, porque por alguna extraña circunstancia tomó otro vuelo diferente al tuyo… y ahora conoce una ciudad más que tú. Y al final aparece. El mecanismo es el mismo. Presentar reclamación en el mostrador correspondiente (o, en su defecto, el que esté abierto). Allí te cuentan una historia... que te la devolverán en cuanto aparezca, te pueden llegar a dar un "kit de supervivencia" (crema de manos, minitoalla, cepillo de dientes desechable, mini pasta de dientes para dos usos, minidesodorante, super camiseta blanca talla XXL y una cuchilla de afeitar). Ninguna de las cosas que contiene sirven para mucho, pero te lo dan. Y luego viene la parte de que compres lo que necesites y que les lleves las facturas para que te reembolsen el dinero… pero mucho cuidado porque en este sentido cada compañía tiene su propia política y al final, con mucha suerte, te reembolsan el 10% de los artículos de primera necesidad que has comprado (ropa interior y medicinas... que puedes sobrevivir con los mismos vaqueros un puñado de días). Y no os olvidéis de exigir que os lleven a la maleta, si aparece, al lugar en el que estéis alojados, porque ellos pretenderán que, encima, vaya uno a recogerla al aeropuerto.

Finalmente, está el caso de la maleta perdida para siempre, que suele ser la que llevaba los objetos más caros o más necesarios. El mecanismo, vuelve a ser el mismo... reclamación, papeleo, etc. Aunque debéis tener en cuenta que, siguiendo el Convenio de Montreal y la normativa comunitaria, la responsabilidad del transportista, en cualquiera de los casos, se limita a 1.000 DEG (unos 1.200 euros) por pasajero. Salvo en caso de haber hecho la declaración especial de valor que os comentaba antes. Vamos, que no se pillan mucho los dedos, porque al fin y al cabo, no son ellos quienes han perdido su maleta.

En general se siguen unos criterios ridículos en función del peso de la maleta, para la indemnización... aunque todos sabemos que nadie sabe exactamente cuánto pesaba, porque de eso no quedará constancia real en ningún sitio y será indemostrable, de modo que, si os ofrecen una compensación que no os convence, cojáis el dinero y firméis los papeles, escribiendo en mayúsculas: FIRMADO PERO NO CONFORME; y a continuación emprendáis acciones legales que como ahora, están tan de moda, no tendréis problema en encontrar representación, incluso gratuita.

lunes, 12 de enero de 2009

Los derechos del pasajero

Comenzaremos esta blog con un pequeño repaso a los incidentes aéreos de estas navidades. Todos sabemos que el avión es el medio de transporte más seguro y volar es la forma más rápida de desplazarse… siempre y cuando uno no vuele con Iberia en fechas señaladas. Mejor dicho, siempre y cuando uno no vuele con Iberia. Porque nuestra aerolínea de bandera suele ostentar el récord universal de retrasos y toda clase de incidentes a la hora de volar. Es cierto que no se le caen los aviones (como si a las otras aerolíneas se les cayesen todos los días...), pero si uno pretende llegar a su destino a una hora concreta es mejor que coja el vuelo del día anterior.

El caso es que cuando uno contrata un vuelo para pasar sus vacaciones, el vuelo se cancela, se retrasa, hay over booking, etc. etc. etc. etc. etc. y nos quedamos la mitad de las vacaciones haciendo turismo por la T4 ¿qué podemos hacer? Porque la mayoría de las veces, allí no se presenta nadie a dar la cara y uno se queda indignado y con la única opción de descargar su ira sobre el resto de pasajeros, que están igual... así que veamos las opciones: la primera es sacar el bofetómetro de la maleta y ponerlo en “non stop” con todos aquellos que trabajen en el aeropuerto, tengan o no tengan que ver en esta guerra. La otra opción, es conocer los derechos del pasajero, armarse de paciencia y darle una lección a la compañía para que empiece a despedir a todos esos inútiles que nos han amargado las vacaciones y en lugar de contratar bellezas con la cabeza vacía, contrate gente competente, claro que para eso, hay que saberse como la ruta de la cama al baño, todos y cada uno de nuestros derechos y posibilidades.

Tomad nota:
Si hemos facturado con todo ese tiempo previo que se nos exige y el retraso es de, mínimo, 2 horas (para vuelos de hasta 1.500 km), de 3 horas (para vuelos de entre 1.500 y 3.500 km dentro de la UE) o de 4 horas (para vuelos de más de 3.500 km, fuera de la UE), la compañía está obligada, según los derechos del pasajero de la Unión Europea, a ofrecer comida y bebida suficientes, alojamiento en un hotel (si llega la hora) incluidos todos los desplazamientos y a facilitar medios de comunicación a todos los pasajeros que lo requieran. Pero si el retraso es de 5 horas o más... la compañía tiene que ofrecer la devolución del importe del billete, junto con un billete gratuito de vuelta al primer punto de partida. Y lo que es aún más importante: si la compañía se niega a cumplir alguno de esos derechos… se les puede caer el pelo. Que nadie se achante.

Si el retraso del vuelo, en cualquier parte del mundo, es responsabilidad de una compañía de la UE, se le pueden reclamar hasta 4.150 DEG ( 1 DEG es más o menos 1,15 euros) y si la compañía no está conforme con la reclamación... a los tribunales. Además es importante saber que se puede reclamar ante la compañía que operaba el vuelo o ante la que lo operaba, para el caso de las alianzas.

Y repito, que nadie se amilane ante los responsables de la compañía, que harán todo lo posible por disuadir al pasajero a la hora de hacer valer sus derechos, porque no hay nada que perder y mucho que ganar, no sólo económicamente, sino sobre todo de cara a que esto no se repita cíclicamente hasta el infinito. Si uno va a un restaurante a comer, le cobran por adelantado, y le traen el primer plato a la hora de la cena ¿qué haría? Pues en este caso es igual. No basta con quejarse y protestar, hay que poner reclamaciones serias y firmes para que en España se empiece a dar un servicio de calidad y no seamos más la risa de todos los demás.

Por supuesto, todos podéis comentar vuestras impresiones, opinar y escribir vuestras propias experiencias, si alguien conoce otras opciones que las comparta, por favor y mañana os contaré qué hacer cuando esta panda de inútiles os pierde la maleta.

Bienvenida

Esta blog nace con vocación solidaria e interactiva. Entendamos solidaria como un espacio en el que todos podéis escribir vuestras experiencias y a la vez podéis pedir información útil para los viajes o la información necesaria para hacer valer todos los derechos de cada uno a la hora de viajar.
Así que ya sabéis, comentad, pedid, denunciad y, sobre todo, quejaos de las injusticias, que desde aquí nos haremos oír todos.